Mar adentro, mar adentro
Donde un día nos cruzaremos
Ciegos
Y tal vez no nos
reconozcamos
Como peces cegados por lo profundo
Por lo hondo
-silencioso océano abismal-
seremos allí
donde los senderos no existen
en los confines de la no memoria
próximos al concimiento de la otra frontera
que nos separa de la conciencia del ser.
Allí, mar adentro
Estaremos
Y al pasar uno al lado del otro
Pronunciaré unas palabras que alumbran el mar
Que abran cofres antiguos
Y desaten el asombro de ángeles y seres amados
Diré: te quiero , eres mi amada
Y otro mundo, y otra vida nacerá.
Javier Duarte
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