Sentado en una butaca Luis XVI, arrobado con Bach, contemplo cómo todas las almas de los corruptos y que condenaron en vida a tantos fieles, deambulan desesperados por el gran palacio sin ventanas, sin colores, sin ornamentos, sin mobiliario. Esta música será tu tortura y sufrirás la pena de la música eterna,día y noche, en este palacio maldito de donde nunca podrás volver a salir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario