miércoles, 20 de febrero de 2013

Te escribo un poema

























Amada:

En estas primeras tardes de primavera los rincones de la estancia
son bóvedas amarteladas de un rezagado diciembre. La tierra se enfría y yo camino por claustros de escarchados atardeceres. El mito del eterno retorno, amor, a mis espaldas. Sobre el mar seco de mi cuartilla pende el mástil raído del tiempo, estalagtita o espada de Damocles.

Marzos, grutas, juncos, dedos y lluvias torrenciales se hacen trizas
en estas primeras tardes de primavera. ¿Sabes amor?
Holderlin enloqueció en un torreón después de haber amado.

Estas primeras tardes de primavera entran en mi corazón
como el chiquillo en su primer día de escuela. ¿Sabes amor de mujer?
En estas primeras tardes de primavera quiero tocar las costillas del salvador. No me bastan las migraciones de tus caricias que amansan las estaciones y las fieras, no me bastan esas alas extendidas que acotan temores infantiles.

En estas primeras tardes de primavera, anhelo la vida, y te beso el hijo que llevas en las entrañas.
Sì, en estas primeras tardes de primavera,amor.

Javier Duarte

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