Juntemos los labios y hojas
En el rincón de otoño
Bajo una ventana
Donde duerme un niño
Y se acarician las
hojas
De los árboles
Que el remolino de viento
-abrazo invisible de nuestros antepasados-
ha anidado como tumba de amor,
y donde las desdichas, el dolor
se deshacen, se hacen trizas
y por las noches ese niño
enciende la luz del
cuarto
mirando a la luna redonda
pasando las hojas
de un libro de infancia
y mira por la ventana
por donde los amantes se abrazan
y juntan sus labios, y las hojas
se arremolinan
en el rincón del otoño.
Javier Duarte
No hay comentarios:
Publicar un comentario