Es el viernes de los últimos blancos nivales
Que colocaremos como figurilla de mercadillo
En el aparador de alcanfor como trofeo de invernía
Y su bruñido de arcanos
Desmantelará el
cobijo, la luz , la nostalgia.
Las aguanieves
secarán las charcas
Y las golondrinas parasitarán en sus barros abiertos.
El abrigo rechinará en el ropero
Delatando al ladrón interior en su gruta
Y en su eco escucharemos el domingo por venir
Y contaremos las campanadas, los segundos los días febriles
del estío
Sus bocanadas, su fragor, su preñez
Hasta que, de nuevo, los cielos de septiembre
Nos presagien que los ocres primero
Y las noches
lúgubres de noviembre después
Nos anuncien que un año más
Seremos más alto que las montañas
Pero más vanidosos.
Aguas Claras (Aldeanueva)
Javier Duarte
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