Le regalaron una alcachofa de la ducha
Para que cada
mañana te acaricie
El alma y la frente
Y la cabeza no sea
una cabina llena de tambores.
Para que te cuide, te mime, te tonifique
Y también te javifique.
El agua es el del agua y tus besos son afluente
Muy de agua, muy de arroyos y cascadas.
Para que siempre
Oigas caer la lluvia
aunque sea verano.
Para que alargue tu
vida, tu paz, tu bien.
Paraguas que llueve
Alcachofa no de campo sino del cielo.
Para que me invites
A estar bajo ella
Contigo y después
Sentir su poder
En noventa sesenta noventa.
Javier Duarte.
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