domingo, 13 de noviembre de 2011
Te escribo un poema
Mírale: el hombre de la cara triste por la avenida,
paseando su nuevo retoño, su mujer inmigrante mirando escaparates,
ella ¿tal vez rescatada? ¿rescatado,él?
Ese hombre maldice a los políticos, a los profesores.
Ese hombre perdió a su hijo adorable, se lo tragaron las aguas
yo capitán que me siento de un barco a la deriva.
Me descorazona ver ese hombre triste
porque ese niño ahogado, esa mañana, era apacible como una mañana buena.
Y esa mañana pintó mis ojos de gris ceniza y plantó un volcán en el corazón de su madre.
La vida tiene pinturas indelebles con pinceles que no son míos.
Javier Duarte
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