Mujeres de todo el mundo:
He amado vuestros
encantos como ninguno otro,
Esperasteis
trémulas mi cita en el balcón del balneario.
Os acaricié el cabello con pasión,
besé vuestros labios ardientemente,
tuve el corazón cálido que quisisteis.
Muchas veces os poseí con extremada dulzura.
Otras me hicisteis temblar de
deseo.
Visteis en mi al amante perfecto.
Hicisteis de mi una estatua de
sugestiones
y con la flecha de Cupido que os lancé vosotras pronunciasteis
firmes:
ahora sé que eres mi verdadero amor.
Yo
compuse la música que nunca habíais escuchado antes,
escribí para vosotras los
versos que jamás volverán a ser leídos por boca alguna.
Yo os
saqué de mis manos la luna en las noches sin luna.
Os llevé a navegar por
lagos azules en vuestros sueños
y cruzamos los abismos de la carne sagrada y
húmeda
en un viaje solamente hacia adentro.
Mujeres
de todo el mundo: mi nombre es Belleza.
Javier Duarte
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