lunes, 18 de marzo de 2013

Te escribo un poema





















Que las noches no te hieran 

Que las noches no te hieran amor.
De la larga noche  humanamente doliente
y de los brazos de seda de mi amada
ya nazco a un nuevo amanecer: dame besos, amor mío,
 alas, labios
que parezcan  aves lacustres recién despertadas,
recién pintadas con la niña de tus ojos que crean los sueños,
la belleza y también la hermosa constancia  de la estrella naciente;
dame tu firmeza,  la mano con que acaricias
a tu hijo de tu vientre portentoso
porque eres mujer madre creadora
mientras mis manos tan solo pueden tocarte.
Que las noches no te hieran amor

De la densa noche y la niebla densa de noviembre,
también de nuestras bocas,
quiero nacer(te)  yo en tus sienes, en tus ojos,
en tu café de cada mañana,
caminar ,en volandas, de tus tacones por el parque
que tiñen tus zapatos de hoja de otoño
y decirte con el olor de las celindas: te amo.
Cruzar contigo las traviesas del tren
o estar a bordo y mirar por la ventanilla los reflejos
el mar y bajar en todas las estaciones: otoño, Laponia,
verano o la India.
Y en los baches oscuros y  túneles hondos
amansar la pena honda que , cobarde,
 se te esconde  cuando tú sólo quieres  hermosas treguas.

Que las noches no te hieran amor
porque entonces
yo naceré de la luz para cambiar el rumbo de los astros.
Que nada te hiera.

Javier Duarte.



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