miércoles, 13 de enero de 2010

Textos y autores



Retrato de un hombre inmaduro

"...Porque yo amo el silencio, no se ría, no se deje malmeter por las apariencias. Jamás he hablado tanto como hoy. Quizá de joven sí, alguna vez, pero luego fui enemistándome con las palabras, desconfiando de ellas, de ese poder que tienen para envenenar y corromper el alma y enturbiar la mirada. ¿Me permite de nuevo un pequeño discurso? No existe, no puede existir el mirar puro, porque enseguida las palabras se meten por medio y se convierten en protagonistas. Pero, por otro lado, ¡pobres palabras! Palabras que uno creía fieles y seguras, de pronto las ves lucir en la boca o en la pluma de gente inicua, y entonces sientes una mezcla de piedad y de rencor, los que las violentan, las esclavizan, las falsean, las deforman, las mutilan, o con dos hacen una, o juegan promiscuamente con varias, dándoles trato público de putas callejeras... Sí, hay días en que me repugna el lenguaje, los que hablan, los que oyen, los que rezan, los que blasfeman, los que callan, todos por igual..."

Retrato de un hombre inmaduro. Luis Landero. Tusquets. 2009. Pág. 111.112.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, Repugnar es un verbo que impresiona, es tajante, rotundo y no da lugar a mayor extensión... Landero... no tenía un buen día seguro.

Anónimo dijo...

ericesInteresante cita Javier.

Luis Landero parece aquí muy acertado, me identifico bastante con su perspectiva.

También con Saint-Exupèry que decía en el Principito:

"Je te regarderai du coin de l'œil et tu ne diras rien. Le langage est source de malentendus".