domingo, 10 de enero de 2010

FUENCISLA BALMASEDA (XIV)




Año Nuevo con Lucilla

Y sucedió lo que anhelábamos las dos. Habíamos estado de compras por la mañana para preparar la cena de la noche. "Prepararé una deliciosa cena para las niñas y para ti. Si no venís pensaré que prefieres escribir o leer una triste novela", me dijo en un mensaje que no supe descifrar en todo su significado. "Allí estaremos para que no dibujes sola un cuadro con pinceladas oscuras".

Las niñas se instalaron en el cuarto del piso alto, una habitación pequeña abuhardillada repletas de cajas, cuadros vistos hacia la pared y un montón de cachivaches que formaban parte, supongo, de tu vida pasada. Estuviste cocinando toda la tarde mientras yo te ayudaba a desmenuzar y preparar los alimentos o iba a la despensa o a la bodega a por más Bruenello di Montalcino o Morellini di Scansano y compartiendo risas por los nombres tan sugestivos de los vinos. Las niñas jugando en el salón y ayudando a poner la mesa y a romper algún plato o a poner villancicos en el tocadisco grundig. Una tarde preciosa. Un anochecer bullicioso con las niñas jugando a las muñecas tras la cena hasta que cayeron rendidas y las subimos en brazos a su habitación.
Una cena maravillosa que dio paso a una madrugada como un gran paisaje blanco y silencioso una vez inaugurado el nuevo año. Como un paisaje nevado y tranquilo cobijada al calor de la chimenea de tu habitación ancha y alta, estremecida por las campanas lejanas del pueblo que doblaban al nuevo año , pero salvada y entregada entre tus brazos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y me quedé dormida. No recuerdo exactamente el sueño que tuvé aquella noche, pero impregnó de sensaciones todo mi cuerpo,pensé de qué manera podía el inconsciente dejar tantas huellas en lo físico en lo consciente, en lo que supuestamente si és y si exíste. Despúes pensé y si no fuera real nada de todo esto, y si una vez más soñará, pero los sonidos de la mañana, la radio en la cocina, las niñas con sus bromas,el sonido de la vieja cafetera preparando cafés (siempre dobles para empezar un buen dìa), los copos semi silenciosos de la alborotadora nieve, si no es esto realidad bien se le parece. No sé muy bien si "Entra y no pases por favor" es una invitación a este mundo tan privado o es que una vez más me creo el omblìgo del mundo lo cierto es que ya no tengo Abuela. Si fuera una invitación... puede que me niegue a despertar y accepte por fin la luz.